domingo, 18 de noviembre de 2012

Protección Infantil en la Red


Actualmente, la mayoría de la población conoce los múltiples beneficios sociales y educativos que puede ofrecernos la red de Internet tanto para nosotros como para nuestros hijos. Sin embargo, no podemos dejar de lado que, al igual que en otras muchas facetas de la vida, también podemos encontrar multitud de riesgos de los que debemos prevenir y proteger.



¿Cuáles son los verdaderos riesgos de la red de Internet en la edad infantil?

Estudios demuestran que cuatro de cada diez padres ignoran qué hacen sus hijos cuando entran en Internet. Antes de ponernos a buscar soluciones a la prevención, es necesario que comprendamos los posibles riesgos que conlleva el uso de Internet.

En la mayoría de los casos, los menores que se conectan a Internet buscan ocio virtual o digital como pueden ser los chats, los juegos y las descargas de música pero que puede convertirse en un reclamo para los más pequeños. Las nuevas tecnologías de la información han creado algunos hábitos tanto en la infancia como en la adolescencia, niños y jóvenes que navegan sin una supervisión por el espacio virtual.

Algunos de los riesgos que pueden encontrar estos menores en la red pueden ser, en primer lugar, el acceso de forma voluntaria o involuntaria a contenidos e información inadecuada para su edad como pueden ser la pornografía, pedofilia, las drogas, los juegos de azar, violencia, armas, etc.

En segundo lugar, la gran mayoría de los pedófilos utilizan la red de Internet para contactar con estos jóvenes y establecer relaciones personales haciéndose pasar por niños de su edad, con intereses y aficiones similares que pueden atraerles y ganarse su confianza.

También destacar que otro de los problemas es la divulgación de información personal. Muchos padres no dejan que sus hijos ofrezcan información personal en Internet y más de la mitad de los menores son conscientes de este hecho. Sin embargo, un porcentaje algo de jóvenes entre los 8 y los 18 años que utilizan Internet reconocen ofrecer parte de su información como su nombre completo, su edad, su dirección, etc. 

Además, estos menores pueden ser víctimas de diversos chantajes, abusos o fraudes como por ejemplo el conseguir información por medio de imágenes que comprometan a los menores y chantajearlo, ya sea de manera económica o con otros fines, por medio de amenazas de publicación de esta información.

Por último, otro problema no menos importante es la adicción a Internet, lo que puede traducirse en un fracaso escolar notoria, además de síntomas de ansiedad, sueño, inseguridad o alteraciones del comportamiento.

Ante todos estos riesgos, algunas soluciones que se pueden ofrecer rondan en torno a distintas ideas:

En primer lugar asegurar que los menores adquieran un conocimiento de los beneficios de Internet y concienciarles de los riesgos y las normas de uso adecuadas a la edad.

Además de esto, por parte de los padres y los educadores, es necesaria la adquisición de un conocimiento profundo sobre los riesgos a los que están expuestos los jóvenes y las reglas que deben establecerse dependiendo de la edad del menor.


Por último, debe establecerse un sistema de protección adecuado al menor, que le proteja contra todo tipo de amenazas que pueden encontrarse en internet y que, a su vez garantice una navegación útil y segura. 

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